Proceso de creación del maestro formulador
LA CIENCIA GALÉNICA, ORIGEN DEL NOMBRE
El nombre de Galénic alude a la ciencia galénica. La elaboración de los productos cosméticos encierra un arte milenario: la galénica. Consiste en hallar los mejores ensambles y compuestos idóneos que garanticen la eficacia de los principios activos, al tiempo que procuren emociones y placer sensual.
El objetivo perseguido por la antiquísima pericia de la galénica no es otro que brindar las máximas oportunidades a la sustancia activa para que sea eficaz en la piel y acierte en la diana dérmica. Pierre Fabre, imbuido de su pasión creadora, se inspira en esa pericia farmacéutica para extrapolarla al mundo de la cosmética.
En 1977, crea la marca Galénic, en alusión a ese Arte de la formulación, a esa ciencia galénica. Esa fue su forma de recordar que la belleza no se nutre de promesas, sino de saberes. Pierre Fabre renueva y perpetúa así el arte de la galénica: cada cuidado cosmético poseerá la mejor galénica, para ofrecer a la mujer una eficacia irrefutable. La marca se granjea de inmediato el reconocimiento de los profesionales de la cosmética por su alta calidad y su originalidad.
PERPETUAR EL ARTE DE LA FORMULACIÓN
Desde hace 50 años, cada creación es fruto de la cultura farmacéutica de los Laboratorios Pierre Fabre y del dominio de la ciencia galénica. Pierre Fabre revolucionó cosmética y belleza poniendo su pericia farmacéutica y conocimiento del arte de la formulación al servicio de ambas. Una pasión y una experiencia compartidas y transmitidas entre Maestros formuladores.